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21 de agosto de 2011

Selección Española de Baloncesto: EL TRABAJO EN EQUIPO.


Foto sacada de www.elconfidencial.com
Después de darle vueltas, creo que el mejor ejemplo para tratar el tema el trabajo en equipo es la Selección española de basket ya que han conseguido en los últimos años, engranar un equipo que está cosechando grandes actuaciones y engrosando un palmarés como nunca antes habíamos vivido.

Antes de hablar del trabajo en equipo, es conveniente destacar que somos seres sociales, y por tanto, estamos en continuo con otras personas, formando diferentes grupos: desde la familia, la clase de la escuela, los compañeros de facultad, el departamento para el que trabajamos, el gimnasio al que estamos apuntados…

Pero, ¿cómo un grupo de personas llega a ser un equipo?.

La característica principal de un equipo es su finalidad, que es la consecución de un objetivo común. Y en un equipo deportivo, su objetivo es claro: ganar la competición en la que participa.

Y ¿cómo conseguirlo?. A través del trabajo en equipo, consiguiendo que todos los miembros trabajen de forma coordinada y eficaz. Para ello, hay que:
  1. Tener una identidad colectiva que haga que los miembros consideren que el equipo es una unidad en sí misma y les permita distinguirse de los demás equipos. Desde hace tiempo, la selección española de baloncesto se caracteriza por su juego rápido y su férrea defensa. A esto hay que añadirle, que gracias a los éxitos de los últimos años, el sentimiento de orgullo por pertenecer a la selección es cada vez más fuerte, lo que hace que gran parte de los jugadores españoles quieran ir a la selección y el compromiso con el equipo sea aún mayor. Lo que favorece que los jugadores se esfuercen por conseguir los objetivos y, por tanto, su rendimiento mejore.
  2. Los miembros han de tener claro su rol dentro del equipo, es decir, qué es lo que tiene que hacer cada uno y aceptarlo. En este sentido, es importante saber que cada jugador tiene un rol diferente dentro del equipo, pero que todos son igualmente importantes para conseguir resultados. Este tema suele ser uno de los mayores problemas en los equipos donde hay varios jugadores buenos; ya que la consabida “guerra de egos” suele ser la causa de mal ambiente de equipo y, por tanto, mal rendimiento. En otras palabras, para que el engranaje funcione es importante que todas las piezas, por pequeñas que parezcan, funcionen a la perfección. Y esto ocurrirá si se respeta y da valor a cada una de ellas.
  3. Favorecer la cohesión grupal o, en otras palabras, la tendencia de los miembros de un grupo a mantenerse juntos y unidos en la persecución de sus metas y objetivos. Esta tendencia se favorece a través de 2 aspectos:
·      Incremento de la atracción interpersonal (cohesión social): es decir, que los miembros del grupo se lleven bien y disfruten del compañerismo del grupo, favoreciendo la realización de actividades de forma conjunta (jugar a la play, cartas…), de compartir gustos similares (música, cine), etc. Es de sobra conocido el buen rollo existente entre los jugadores de la selección española.
·       Control de recursos: se refiere a las ventajas que cada miembro puede tener de su integración en el equipo. Si el equipo juega de forma cohesionada, tiene más posibilidades de triunfar y, por tanto, de incrementar el palmarés y el caché de los jugadores.

  1. Mantener las vías de comunicación abiertas. Ya hemos hablado de la importancia de conocer qué es lo que tiene que hacer cada uno, pero también es importante conocer qué es lo que tienen que hacer los demás para poder actuar de forma coordinada. En baloncesto, la táctica, tanto ofensiva como defensiva, requiere de la actuación de los 5 jugadores en pista, y el desconocimiento o fallo en alguna posición puede desmoronar el sistema. Entrenar poco por lesiones, estar despistado, etc. son factores que pueden hacer que un jugador esté desubicado en la pista. En este tipo de situaciones, una buena comunicación entre compañeros (y/o equipo técnico) puede ser fundamental. Igualmente, cuando las cosas no salen bien, una palabra de ánimo o un comentario de un compañero pueden hacer que esa situación cambie. Por tanto, es necesario que los jugadores hablen entre ellos, fuera y dentro de la pista, pero siempre con vistas a la mejora y no a la crítica y desahogo. Pero el tema de la comunicación lo veremos más detalladamente en próximos artículos.
En resumen, para conseguir que un equipo trabaje de forma conjunta es importante darle una identidad propia que les diferencie de los demás, dejar claro el papel de cada uno y su relevancia dentro del equipo, favorecer un buen ambiente de equipo y potenciar la comunicación.